Si estás embarazada o dando lactancia materna a tu bebé habrás notado que en la zona del pezón y areola aparecen unos bultitos.
Estos bultitos son totalmente normales y se conocen con el nombre de tubérculos de Montgomery. Su número es variable y puede haber entre 4 y 28 por areola.
Estas glándulas existen desde siempre lo único que se hacen más marcados durante el embarazo y la lactancia.
Son glándulas que lubrican las areolas y el pezón y permiten protegerlo frente a infecciones bacterianas, aparición de grietas y previenen la sequedad.
Además el olor que desprenden actúa como estímulo olfativo para atraer al bebé y que busque el pecho materno.
Para evitar que desaparezca este lubricante se aconseja que la madre no se lave a menudo el pecho, solamente con la ducha diaria sería suficiente. Además se aconseja no apretarlos para evitar infecciones.
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