Durante el embarazo normal no se prohíbe el consumo de café pero si se debe limitar su ingesta. Se recomienda que las embarazadas no tomen al día más de 200 mg de cafeína. Está cantidad equivaldría a tomar una taza de café grande o dos tazas de café pequeñas al día. No obstante en embarazos de riesgo o si el médico lo indica se debe evitar su consumo.
La cafeína atraviesa la barrera placentaria de manera que puede causar efectos nocivos en el feto si se consume más de los límites establecidos.
La cafeína tiene diferentes efectos tanto en la mujer como en el feto:
- Su acción estimulante en la madre aumenta la frecuencia cardíaca pudiendo elevar la tensión arterial, aumenta la secreción de ácidos en el estómago dificultando así las digestiones y además puede causar nerviosismo o insomnio. Estos efectos pueden agravar la sintomatología que ya de por sí tiene una embarazada. Y además como en el embarazo el metabolismo es más lento, los niveles de cafeína en sangre están presentes más tiempo.
- En el feto puede ser la causa de parto prematuro o de aborto en función de las semanas de gestación, bajo peso al nacer o de retraso del crecimiento.
- Una taza de 150 ml de café tostado molido contiene 85 mg de cafeína, 60 mg si es soluble y 3 mg si es descafeinado.
- Una taza de té de hojas o bolsas 30 mg, si es instantáneo 20 mg.
- El cacao o chocolate caliente, contiene unos 4 mg de cafeína.
- Un vaso (200 ml) de refresco con cafeína, contiene entre 20 y 60 mg de cafeína.
Ver entrada relacionada: Café y lactancia materna.
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