Una embarazada puedes seguir siendo vegana siempre que su dieta sea saludable, equilibrada, variada y sobre todo supervisada por un profesional (nutricionista).
De no ser así pueden aparecer una serie de problemas y enfermedades tanto en la embarazada como en el futuro bebé.
El ser humano está diseñado para ser omnívoro, de manera que si se alimenta con alimentos procedentes de origen vegetal exclusivamente necesitará una serie de suplementos imprescindibles para vivir.
Si no se suplementa correctamente y en especial durante el embarazo pueden aparecer una serie de problemas graves, como la anemia por falta de hierro y vitaminas, y un déficit de proteínas sobre todo por aminoácidos esenciales. Todo esto repercute en el crecimiento normal del recién nacido y en su desarrollo.
Por esta razón es imprescindible que la dieta vegana sea supervisada siempre por un profesional.
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