Relaciones sexuales durante el embarazo

 Si tu embarazo cursa con normalidad no es necesario que modifiques o interrumpas tus hábitos sexuales, siempre y cuando no resulten molestos para ti. La actividad sexual no afectará a tu bebé que está protegido por el líquido amniótico y la fuerte musculatura uterina. Además existe un tapón mucoso que dificulta la entrada de bacterias al interior del útero. 



Es cierto que cuando el vientre comienza a crecer, el coito en la postura clásica puede resultar incómodo. Si es así, la solución es adoptar posiciones que te resulten más cómodas.

 También puedes experimentar cambios en tu deseo sexual, debido a los cambios hormonales qué se producen durante el embarazo. Por ello es imprescindible una comunicación abierta entre la pareja para tener una relación sexual efectiva y satisfactoria.

Las contracciones que se producen durante el orgasmo son diferentes a las contracciones de parto, de manera que en un embarazo normal las relaciones sexuales no desencadenan un aborto espontáneo ni un parto prematuro. No obstante, hay quien recomienda evitar las relaciones en las últimas semanas de parto porque el semen contiene unas sustancias capaces de provocar el parto en las etapas finales del embarazo.

Debes evitar las relaciones sexuales coitales siempre que exista sangrado, amenaza de parto prematuro, rotura de bolsa o cuando no desees tenerlas por dolor, molestias o incomodidad o cuando tu médico así lo indique.

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