La atrofia vaginal puede afectar en gran medida a la calidad de la vida de la mujer y en especial a su vivencia de la sexualidad.
Los síntomas más frecuentes afectan a los genitales, como la disminución de la lubricación, aumento de la sequedad vaginal, el ardor, el picor y el dolor en las relaciones sexuales.
Además puede afectar al tracto urinario apareciendo un aumento en la frecuencia miccional y en la aparición de infecciones urinarias de repetición.
Para disminuir los síntomas se recomiendan los siguientes hábitos higiénicos:
- Utilizar ropa interior de fibras naturales como el algodón y evitar tejidos sintéticos. De esta manera se evita la sudoración que puede causar irritación de la zona genital.
- Utilizar ropa holgada y evitar ropas ajustadas.
- Utilizar compresas fabricadas con tejidos naturales 100% evitando aquellas que contengan algún tipo de plástico. Evitar aquellas que estén perfumadas.
- Evitar papel higiénico que contenga algún tipo de tinte o perfume.
- No utilizar desodorantes para la zona genital ni polvos de talco.
- Incrementar en la medida de lo posible las relaciones sexuales porque ayudan a mantener la lubricación y el buen estado vaginal.
- Dejar de fumar.
- Evitar el sobrepeso porque puede empeorar los síntomas.
- Lavar los genitales con agua templada y jabón neutro específico para la zona. Aclarar bien con agua y secar con mucho cuidado sin frotar.
Cuando las medidas higiénicas, el uso de lubricantes e hidratantes vaginales no son eficaces, se recomienda acudir al médico para que valore el tratamiento necesario.
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