Sangrado vaginal tras el parto

Tras el parto notarás que estarás sangrando durante unos días. 

Este sangrado recibe el nombre de loquios y no quiere decir que tengas la regla. 

Se produce una vez que sale la placenta y es causado por el proceso de cicatrización normal de la herida que deja la placenta al dejar de estar enganchada al útero. No es como en la regla que el sangrado se produce por descamación del endometrio con salida del óvulo no fecundado.

Este sangrado irá cambiando con los días de color pasando de ser rojo intenso, a rosado,  amarillento y finalmente blanquecino. 

Tiene un olor característico pero en ningún caso debe ser maloliente o pestilente.

Es posible que aparezcan coágulos pero estos no serán de tamaño excesivo. No te preocupes si el sangrado es mayor cuando te levantas, vas al baño o le das el pecho a tu bebé. 

Lo que debe llamarte la atención es que sea un sangrado superior a una regla, que los coágulos sean grandes o que el flujo sea maloliente.

Ante la duda es mejor que consultes con tu médico o matrona. No obstante tu matrona después del parto realizará la consulta puerperal para comprobar que el sangrado sea correcto y el puerperio se esté produciendo con total normalidad.



Es fundamental que no mantengas relaciones coitales hasta que este sangrado desaparezca, o si tienes algún tipo de herida como episiotomía o desgarro perineal hasta que estos hayan cicatrizado. 

Por último es necesario que utilices compresas específicas para el posparto, que en su composición solo tengan productos naturales que permitan una correcta transpiración. Se desaconseja el uso de tampones o la copa menstrual durante el posparto, porque pueden favorecer la aparición de infecciones.
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